Agorafobia no. Yo me “Agento”.
Si veo en retrospectiva mis clases de etimologías grecolatinas quizá pueda darme cuenta que el término apropiado para “Agorafobia” se traduce en algo como una fobia a pasar por plazas públicas, o hablar en voz alta frente a un público muy amplio.
No es una estadística más que haya millones de personas en el mundo que sufran de esta enfermedad mental –enfermedad mental: padecimiento muchas veces innecesario que es creado por nuestros miedos e inseguridades. Muchas veces cuando estos miedos e inseguridades se juntan resulta una clara situación de depresión que para muchos corderitos sin voluntad termina en suicidio (para hablar de suicidio se necesita toda una entrada por que ésta es para otra cosa-.
No es que sea que las personas sean miedosas por naturaleza –aunque quizá si innatamente inseguras- pero tampoco es que no se excusen de serlo: la gente es cruel. Un niño de 8 años ya lo tiene muy bien puesto en su registro mental desde el momento en que ha sobrevivido la grandiosa cantidad de ¡2 años de educación primaria!. Quizá para muchos psicólogos suene ridículo…pero solo a los que realmente ven una escuela Primaria como lo que objetivamente es pueden comprender que los niños, incluso a esa edad, tienen una inocente prueba de lo que la crueldad humana puede llegar a ser. De cualquier forma, alguna inclinación a la oratoria, grupo coral, o también a hablar en algo tan simple como un “Honor a la Bandera” un lunes en la mañana cualquiera es el terror más grande que esa pequeña persona le hace pasar a sus nervios (Y es de ahí donde comenzamos a tener lo que muchos años después los médicos verían normal que un adulto tenga: Crisis Nerviosa).
Es tan sólo una prueba de que la agorafobia quizá es más común de lo que parece. Aquellos afortunados que no lo sufrieron por favor…respeto a los que fuimos presas de los Bullys.
De cualquier manera, hace diez años pude llegar a deshacerme de cualquier rasgo de la agorafobia de un niño normal.
Siempre independiente de mi madre, siempre con pensamientos propios.
Y con esa peculiaridad que cuando se reúne mi familia (como ahora mismo) me doy cuenta que mi mayor fobia es la gente. Sí, la gente en sí.
Seré rara, pero tener casi a 20 personas en un lugar que considero como un santuario y más aún en mis dos últimos días de vacaciones.
“Cd anti-social”
Es que, tener 50 metros cuadrados llenos de gente que es por naturaleza HARTANTE no es algo que tenga pensado en mi idea de descanso de vacaciones. La verdad es que se me hace una falta de educación para las personas que HAN VENIDO A DESCANZAR. Pero lo que más me enoja es el MORBO de ver a mi Tía.
Claro…morbo. “Estás siendo absurda Cd” Seré absurda y paranoica, pero si este es el comienzo de mis clases después de 10 días de descanso, volveré siendo una biatch sin corazón que seguramente no tendrá pelos en la lengua para nada.
*Respirando 1, 2, 3, 4, 5,…………..*
Gritos, blablabla, Gritos, blablablabla.
No estoy ni física ni mentalmente dispuesta a soportar a esta gente conchuda que viene a una casa donde básicamente pasé todas las vacaciones desde que nací y que se quiera adjudicar el derecho de quedarse aquí. El caso es: Podían haber avisado. Pero quizá eso del elemento sorpresa hace su variabilidad como algo magnificado a la raíz cuadrada de pi. (SI, Y PI ES UN NÚMERO INFINITO)
Ahora, intentando escribir un párrafo con sentido.
No es que sea una fobia a la gente, sino una fobia a la gente ruidosa y amontonada. La gente en general, con solo mirarla o tratarla con palabras aisladas puede ser muy agradable…y otras –muy pocas- personas quizá sean lo suficientemente agradables como para que llegue a trabar amistad con ellas. Sin embargo, cuando has ido una vez al Centro de Mérida en plena época navideña, o con mas razón al Carnaval de la ciudad, es cuando realmente puedes sentir esa sensación de boca seca, garganta cerrada y sintiendo como en la sien se comienza a crear un pequeño martilleo que termina perforando hasta las neuronas mas pegadas a las corrientes nerviosas de los tejidos grises.
Así es como me siento ahora mismo y…combinado con el dolor del brazo tan solo quisiera agarrar una silla y estamparla con algún sitio donde pudiera estar tranquila. Encerrarme, poner la T.V a todo volumen en MTV (de preferencia con alguna canción de Metallica, Nirvana, Sistem of a Down o en lo mas extremo…RAMSTEIN) y recordar en mi escandalosa tranquilidad las cosas que debo hacer y las que tengo ausentemente en mi fóbica cabeza:
-Menciones por órden deaparición en mi realmente alterada mente-
1. Tarea de tipografía, taller de diseño, metodología…
2. El recuerdo de la llamada que le hice hoy a Gema (jajajaa “Gemaaaauuuaaa, holaaaauu” y claro…fue mucho antes de la llegada de esta gente.)
3. Red. Hace mucho que no hablo con ella ni sé nada de ella. Se le extraña mucho.
4. El hecho que en realidad ya no puedo hacer nada sin que sea un fatoche. (Si no entienden qué es un Fatoche, entonces creo que tenemos la amplísima World Wide Web o mejor aún…¡Tomen un diccionario, harganes!)
5. Las películas de la temporada pasada que me faltan por ver. Entre ellas Slumdog Millionare, The Reader y algunas otras más que por la desesperación no puedo recordar.
6. ¡Y cuando extraño a mis chicas también! Niky, Kota, Auro, Hanni…la verdad si alguna de ustedes leen esto solo decirles que se les extraña mucho y espero que estén bien…¡Y felices como lombrices!. Y Auro, leí tanto tu comentario para la entrada pasada como para S&R..Eres un amor, hermanita J
7. Y…Hola Orly, sé que lees esto. (Sonrisa insertada).
8. Ehh….se me ha ido el hilo de mis pensamientos.
Bueno, de cualquier manera y para terminar una entrada BÍBLICAsolo queda decir que…”La tolerancia solo es muestra de la debilidad de voluntad” y estoy muy lejos a mostrar mi agrado a estar asfixiada por TODA esta gente.
Que las esferas del dragón los iluminen.
(Sí, eso último fue una broma a la MOFA INSULTANTE que le hicieron a toda mi generación por hacer la película de Dragon Ball.)